Los videojuegos han sido desde su
creación estandarte del desarrollo tecnológico, no han dejado de evolucionar y
al igual que muchas otras industrias que lucran con ocio audiovisual, se
encuentra en plena etapa de reconfiguración gracias a la cada vez más potente
red multicanal de comunicación que tiene la humanidad y a uno de los nichos más
novedosos para hacer negocio: la nube.
La historia de los videojuegos es joven.
Primitivos juegos de tenis y de naves espaciales se jugaron de manera
experimental en la década de 1950 y a principios de 1960, pero fue hasta 1972
que apareció la Magnavox Odissey, primer antecedente de Atari, la primera
videoconsola que se exhibió en aparadores. Muchos quisieron participar en el
negocio, pero Atari, en cuya historia está ligeramente implicado un joven
llamado Steve Jobs, reinó hasta la irrupción del Nintendo Entertainment Sistem
(NES) en 1985, una consola cuadrada que se desarrolló en Japón y que traspasó
fronteras de la mano de Mario Bros.
Con los años, Nintendo lanzó cinco
consolas posteriores al NES (Supernintendo, Nintendo 64, Game Cube, Wii y
WiiU). Le compitieron en un principio tres consolas de Sega y años más tarde, en 1994, Sony debutó en
este mercado con su bien recibido PlayStation. Microsoft entró al juego hasta
2001 con su Xbox, desde entonces y hasta ahora, el mercado se encuentra
acaparado por estas tres grandes compañías.
Entre los tres fabricantes de consolas
se repartieron un mercado que hasta no hace mucho permitía colocar decenas de
millones de dispositivos de sobremesa y móviles al año. A finales de la década pasada esta industria
alcanzó su máxima expresión, desde entonces las ventas han disminuido a niveles
de la década de 1980, cuando el mercado era sustancialmente menor. Apenas en
los dos años combinados que llevan a la venta en diferentes partes del mundo el
WiiU de Nintendo, el Xbox ONE de Microsoft y el Play Station 4 de Sony llevan
vendidas 18 millones de unidades entre las tres.
Sony lanzó a
finales del año pasado su PlayStation 4 y hasta esta semana ha vendido 7.82
millones de unidades, cantidad lejana a las 157.7 millones de PlayStation 2
(2000) que llegó a vender. También está muy lejos del PlayStation (1995) y el
PlayStation 3 (2006), cuyas ventas ascienden a 104 y 83 millones de dispositivos
respectivamente.
Para Shuhei
Yoshida, presidente de Sony, la caída es cuestión del aburrimiento de los
“gamers”; está consciente de que la generación de consolas actual está en
decadencia, no obstante se aventuró a lanzar un dardo a los desarrolladores de
videojuegos: “después de ver secuelas de los mismos tres juegos, la gente
siente que ya lo ha visto antes”.
La Xbox One,
última consola de Microsoft, registra un total de 4.57 millones de unidades vendidas
a la fecha, un ritmo de ventas que nada tiene que ver con el de la Xbox 360 y
sus 81.3 millones colocadas. Los cambios dentro de Microsoft son muchos: tienen
un nuevo CEO: Satya Nadella, quien por cierto ya dijo que no venderá la
franquicia de videojuegos, como se especulaba; compró la división de teléfonos
móviles de Nokia y ha reorientado su estrategia de negocios hacia su exitoso programa
de software, así como a su nube y por si fuera poco, el máximo responsable de
Xbox, Marc
Whitten, abandonó la compañía.
Para mejorar sus
ventas, Microsoft ya comenzó a vender las Xbox One sin el Kineckt para volverla
más asequible.
Nintendo por su
parte, reconoció hace unos meses que su última consola, la Wii U, fue un
fracaso total, pues de éstas sólo se han vendido 6.2 millones de aparatos,
cuando la Wii que lanzó en 2006 lleva 101.01 millones a la fecha, su mayor
éxito comercial hasta el momento.
Satoru Iwata, el
presidente de Nintendo, dijo en una entrevista: “Nos gustaría de nuevo tener
ganancias como antes. Sin embargo, el éxito de un negocio de plataformas de
videojuegos depende en gran medida de su ímpetu e inevitablemente toma tiempo
reconstruir el negocio una vez que la plataforma lo ha perdido”.
Las tres
empresas tienen sus marcadas diferencias: Microsoft ha tratado de expandirse en
muchos mercados, siendo su fuerte el desarrollar, fabricar, licenciar y
producir software, así como equipos electrónicos; Sony es uno de los mayores
fabricantes de electrónica de consumo, engloba audio y video, computación,
fotografía, telefonía móvil, productos profesionales y por supuesto videojuegos.
En muchos de esos rubros, trimestre a trimestre no reporta buenos resultados,
mientras que Nintendo, sí lo apuesta todo a los videojuegos.
Hace unos días
el ex presidente de Sony Computer Entertainment of America, Jack Tretton, dijo
a la prensa británica que sus competidores Microsoft y Nintendo seguirán
presentes en el negocio por mucho tiempo. Reconoció las amenazas que han
representado y representan otros dispositivos, “pero las consolas sobrevivieron
y sobrevivirán a los smartphones, aunque gracias a los dispositivos móviles, a
futuro, todo mundo será jugador de alguna manera u otra”.
Es aventurado
asegurar que la industria de los videojuegos desaparecerá, pues es robusta y genera
aún miles de millones de dólares en ganancias. Lo que no es del todo seguro, es
que las consolas de sobremesa sigan ocupando un lugar importante en el altar de
entretenimiento que comandan los televisores en muchas casas.
Sony lanzó hace
unos días un nuevo dispositivo llamado PlayStation TV en Norteamérica, puesto
que ya había salido a la venta en Japón a finales del año pasado. La consola
permite disfrutar de juegos depositados “en la nube”. En su momento PlayStation
innovó incluyendo lector Blu-Ray, pero esta consola no lee disco alguno, ya que
es una tecnología que al parecer jamás terminará de asentarse.
Nintendo,
PlayStation y Xbox no tienen motivo para desaparecer, pero sí para
transformarse y no perder en la batalla ante teléfonos, tabletas, computadoras
y Smart TV’s. La PlayStation TV puede ser un nuevo punto de inflexión en la
industria de los videojuegos.
Fuente: REDACCIÓN
INFOSEL
Redactor: IRENE ROJAS